MIAMI, Florida - Cuando se trata de la realeza de Concacaf a nivel de clubes y selecciones nacionales, hay pocos que puedan rivalizar con Carlos Hermosillo.
El ex delantero de México disfrutó de una destacada carrera a nivel de clubes pasando la mayor parte de su carrera con los gigantes mexicanos Cruz Azul y Club América, al igual que también sobresalió con la Selección Nacional de México, donde se ubica como el quinto máximo anotador de El Tricolor de todos los tiempos.
Tres veces ganador de la Copa de Campeones de Concacaf, una vez con el Club América en 1987 y dos con Cruz Azul en 1996 y 1997, Hermosillo recuerda con cariño el cargo de emoción que conlleva jugar en torneos de Concacaf.
“Los partidos de Concacaf siempre fueron muy motivadores. Realmente me gustó jugar en esas competiciones de torneos de clubes y terminé como el máximo goleador (siete goles) cuando la logramos ganar en 1996 con Cruz Azul ”, dijo Hermosillo en una entrevista exclusiva con Concacaf.com.
El ex delantero de 54 años, atribuye que haber podido tener compañeros como Tomas Boy, Javier Aguirre y otros le ayudaron a convertirse en el futbolista que fue.
“Disfruté mucho de mi carrera y siempre tuve olfato de gol. En 1983-84 fui campeón con el Club América, por lo que tuve momentos de alegría al comienzo de mi carrera. Jugadores como Aguirre (Javier), me ayudaron a crecer como jugador. Fue como construir una base sólida para una carrera. Eran personas que me enseñaron y me moldearon como jugador ”, recodó el nacido en Cerro Azul el 24 de agosto, 1964.
A nivel internacional, Hermosillo formó parte del equipo de México en la Copa Mundial de la FIFA 1986, pero no tuvo participación en un ningún partido. Sin embargo, ocho años más tarde en el Mundial de 1994 en Estados Unidos, el delantero de 1.88 metros jugó un papel importante con el Tricolor terminando en la cima de un grupo difícil que también contó con Italia, Noruega e Irlanda.
“Esa fue mi primera experiencia jugando en una Copa del Mundo. Estábamos en el grupo de la muerte y terminamos primero en el grupo a pesar de que perdimos ante Noruega en nuestro primer juego. Fue maravilloso tener tantos de nuestros aficionados allí. Era como jugar en casa en México. Desafortunadamente, simplemente no tuvimos ese golpe final para avanzar más allá de la segunda ronda ", dijo Hermosillo.
El ahora analista de televisión, concluyó su carrera con la selección de México con 34 goles en 90 partidos, muchos de ellos contra la selección de Estados Unidos. Fue durante el tiempo de Hermosillo con la selección nacional que creció la rivalidad entre El Tricolor y el equipo de las barras y las estrellas. Para Hermosillo, cada vez que se enfrentaban a los EE. UU., sabían que sería una batalla de 90 minutos.
“Esos fueron los primeros días de la rivalidad. Tenían grandes jugadores. Eric Wynalda, Tab Ramos, Alexi Lalas, Cobi Jones ... Así fue como creció la rivalidad. Esos fueron grandes partidos, nos enfrentamos cara a cara con ellos. Partidos muy físicos. Estoy orgulloso de haber sido parte de eso porque en nuestro equipo y en en el de ellos, había tantos jugadores emblemáticos y legendarios ", recordó Hermosillo.
En 2001, Hermosillo fue recompensado con lo que es una rareza en el fútbol mexicano: un partido de despedida. Jugadores de todo el mundo viajaron a México para participar en el evento de exhibición, incluidas las leyendas internacionales del fútbol Diego Maradona y Jurgen Klinsmann. Lo que siguió fue un maravilloso espectáculo de todos los jugadores, quienes mostraron todas sus habilidades y calidad, logrando una noche que Hermosillo nunca olvidará.
"Fue una noche maravillosa. Cruz Azul ofreció este partido de despedida y fue un honor. ¡Terminaron siendo 44 jugadores en total! ¡Eran cuatro equipos! Hubo personas que ni siquiera habían confirmado quién terminó viniendo. Fue realmente maravilloso. Klinsmann marcó un gol increíble, Maradona estaba allí ... El partido fue muy bueno porque era un grupo de amigos que disfrutaban jugando entre ellos y se notaba. Es un recuerdo que siempre tendré ", concluyó el delantero recordado con su nombre de batalla el grandote de Cerro Azul.
