Ricardo Marín de México (# 19) celebra después de anotar contra Bélgica en el partido por el tercer lugar de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA el 8 de noviembre de 2015, en Viña del Mar, Chile. (Foto: FIFA via Getty Images)
VIÑA DEL MAR, Chile - Después de ganar la Copa Mundial Sub-17 FIFA 2011 y siendo subcampeón hace dos años, y perdiendo 3-2 ante Bélgica en el partido por el tercer lugar el domingo no era la forma que México quería concluir su trayecto em el 2015 .
Se puede percibir un sentido de como son las altas expectativas autoimpuestas cuando incluso, con un loable cuarto puesto en un evento global provoca un cierto grado de decepción interna.
La satisfacción no es suficiente en el vocabulario del Tricolor. Los Trofeos del Campeonato definen mejor a la potencia de la CONCACAF en todos los niveles. Eso es lo que alimenta su instinto de excelencia.
“Hicimos una primera ronda muy buena,” manifestó el entrenador de Mexico Mario Arteaga, recapitulando la actuación de su equipo en Chile. “Pasamos cada una de las etapas hasta instalarnos en la semifinal y desafortunadamente fueron los dos resultados adversos, los dos más dolorosos.
“El primero [4-2 a Nigeria en la semifinal] nos deja sin disputar el título y el segundo sin un lugar dentro de las tres posiciones que da FIFA en el Mundial Sub17. No nos deja nada contentos.”
Contra los belgas, México remontó en dos ocasiones cpn un sólo déficit de un solo gol para luego ser víctimas del segundo gol de Dante Vanzeir en la segunda mitad el tiempo de descuento.
“Era una tercera posición la que se jugaba, aun así el equipo mexicano salió a buscar el triunfo, tratando desde los primeros minutos cambiar el estado de ánimo y lo conseguimos,” expresó Arteaga. “Nos sorprendieron yéndose ellos al principio al frente en el marcador, insistimos, fuimos desarrollando, tratando de buscar el triunfo a como diera lugar. Alcanzamos dos veces el empate, seguimos con esa inercia de atacar y un descuido fue el que nos provoca el tercer gol y es una lástima, las cosas no salieron como pretendíamos.”
Independientemente de su posición final, México logró mucho más en un año que incluyó un sexto título de CONCACAF logrando extender su reinando en la categoría.
“Me quedo con la alegría de haber manejado a un grupo de jugadores con mucho carácter, comprometido, que hasta el último minuto luchó por una idea que veníamos manejando desde México que era el campeonato mundial,” finalizó Arteaga.
Para este equipo, sin embargo, es sólo el comienzo de una aventura que rebosa con la promesa de un futuro lleno de trofeos.