WILLEMSTAD, Curazao - La música sonaba en los altavoces del autobús escolar reformado. Adentro, Jeremy Cijntje, estaba haciendo todo lo posible para soltar un movimiento de caderas dentro de los límites del pasillo.
Las cosas son diferentes en Curazao, donde el ritual de bienvenida para los novatos, como el delantero del Heracles de 21 años, conlleva bailar en un autobús de color azul resplandeciente, en lugar de cantar o recibir un corte de pelo.
“Es que solo somos una familia. Eso es lo más importante”, dijo el capitán de Curazao, Leandro Bacuna, quien juega en Cardiff City. “Cada vez que venimos aquí, y hay un nuevo jugador, tiene que bailar, debe involucrarse en el equipo”.
La selección nacional de Curazao, que recibe a Costa Rica el jueves en el Ergilio Hato Stadium, está a una victoria de continuar su sueño de llegar hasta el Campeonato Final de la Liga de Naciones Concacaf.
Han llegado hasta este punto por su excelente fútbol, pero también debido a un vínculo que los mantiene unidos, un vínculo que muchos sienten incluso si, o especialmente si, no nacieron en el país que representan.
La isla con una población de alrededor de 160,000 habitantantes tiene un estatus interesante. Curazao es un país constituyente dentro del Reino de los Países Bajos, lo que significa que los locales toman sus propias decisiones sobre casi todo, pero dependen de los Países Bajos para cosas como defensa nacional, y todavía tienen pasaportes holandeses.
Muchos de los jugadores de Curazao nacieron lejos de la isla, siendo que la mayoría del equipo tiene a jugadores que nacieron en Holanda. Sin embargo, cada jugador tiene una historia sobre qué significa para ellos Curazao y por qué es tan especial representar al país internacionalmente.
“Creo que para todos, personalmente, es diferente”, dijo Bacuna. “Mi mamá y mi papá nacieron aquí y, debido a las circunstancias, se fueron a Europa y yo nací allá. En mi corazón, todavía estoy muy, muy orgulloso de jugar para esta isla. Haré todo lo que esté en mi poder para llegar lo más lejos que podamos”.
Si bien muchos jugadores de Curazao juegan en Holanda, el equipo para este partido del técnico Remko Bicentini también incluye jugadores que juegan en Inglaterra, Qatar, Arabia Saudita, Gales, Jordania, Kazajistán y Portugal.
Sin embargo, cuando se unen, los viajes para llegar a los partidos no son tan largos.
“El ambiente es muy, muy positivo”, dijo Bacuna. “También estamos ganando el apoyo de los fanáticos en partidos que jugamos en casa".
El Hato Stadium deberá estar repleto el jueves cuando Costa Rica llegue a la ciudad. Los equipos se enfrentaron hace un mes en San José, y acabaron con un empate sin goles, en un partido que produjo grandes actuaciones de los arqueros, Eloy Room y Keylor Navas, quienes taparon todo.
Con Navas fuera por lesión, Curazao ve una oportunidad para tener una actuación similar a la del mes pasado, pero esta vez busca salir victorioso.
“Necesitamos jugar de la misma manera que lo hicimos la última vez contra Costa Rica, y las oportunidades que nos lleguen, las tenemos que aprovechar”, dijo Bicentini. “También tenemos que estar bien concentrados. Vemos que estamos muy cerca de la final. Estamos muy contentos, por supuesto, pero es un gran juego para nosotros. Espero que demostremos el mismo nivel que mostramos la última vez contra Costa Rica”.
Tendría que verse como una revelación si un país con una población casi tres veces menor a la capital de Costa Rica noquea a Los Ticos, que han estado en cuatro de los últimos cinco Mundiales.
“Hariamos historia”, dijo Room. “Si ganamos (el jueves), todos nos conocerán. Eso es lo más importante, que logremos un buen resultado para la isla, para todos. Creo que estamos en el mapa”.
Curazao ha tenido buenos resultados antes, logrando su primera victoria en la Copa Oro este verano y llegando hasta la fase de eliminatorias del campeonato de Concacaf por primera vez. Sin embargo, llegar a estar entre los cuatro últimos de la CNL puede ser su mayor logro desde que volvió a jugar el 2011, después de la disolución de las Antillas Neerlandesas.
Sin embargo, esta fue la visión de tantos jugadores de Curazao cuando acordaron participar en un proyecto iniciado por Patrick Kluivert en 2015.
El legendario delantero del Ajax y Barcelona convenció a muchos de los jugadores que ahora son regulares para comprometer su futuro internacional con Curazao, y cruzar el Atlántico regularmente para los partidos. También implementó un estilo de juego que recuerda a los equipos históricos del Ajax, que priorizan la posesión y el pase.
Bicentini ha continuado con ese estilo, agregando algunos ajustes pero empujando a sus jugadores a mantener el balón, buscar combinaciones y jugar fútbol electrizante.
“Hemos recorrido un largo camino. Comenzamos con el equipo en 2015, y fue un largo camino para llegar aquí. Estoy orgulloso del equipo y todos los involucrados”, dijo Room. “Fue un trabajo arduo, y creo que demostramos en los partidos que tenemos un buen equipo y seguimos mejorando en cada oportunidad”.
“Veremos dónde terminamos”.
Esperan que el año termine con un triunfo en la Liga de Naciones y un lugar en la semifinales del verano. Pueda que llegaron de todas las partes, pero ahora todos están siguiendo el sueño juntos.