CLEVELAND, Ohio – En tan solo su segunda aparición para los Estados Unidos, Tyler Boyd anotó su primer y segundo gol internacional en la victoria 4-0 sobre Guyana en el debut de los norteamericanos por el Grupo D de la Copa Oro 2019 de la Concacaf.

Además de conseguir este récord personal, el primer gol de Boyd fue el número 1000 en la historia de la selección de los Estados Unidos desde sus inicios hace más de un siglo.

Para el neozelandés, que se naturalizó como estadounidense ante la FIFA a principios de año tras disputar varios amistosos con Nueva Zelanda, enterarse de ese hecho fue algo que lo dejó incluso más satisfecho con su desempeño.

“Alguien acaba de decirme eso”, dijo Boyd durante una entrevista post partido. “Fue algo que me sorprendió mucho. Es un gran momento para mí, pero aún más especial para todos. Ha habido muchos anotadores diferentes y muchos grandes jugadores. Hacer eso por el país me hace sentir muy orgulloso y honrado”.

Boyd nació en Nueva Zelanda y creció el sur de California hasta los 10 años, cuando se regresó a la nación oceánica. Ahora con 24 años de edad, Boyd está sumamente orgulloso de representar a los Estados Unidos.

“He tenido a mucha gente a mi alrededor ayudándome en este camino”, dijo Boyd. “Estar acá es algo por lo que tengo que darle crédito a muchísima gente, así como a mi trabajo duro. Ser parte de este grupo ha sido una sensación excelente”.

Cuando se le preguntó lo que significaba ser titular para el equipo del entrenador Gregg Berhalter en el partido inaugural, la humildad de Boyd volvió a mostrarse.

“Confió en mí”, dijo Boyd. “Todo lo que quería era jugar duro para él y mis compañeros y jugar nuestro estilo de fútbol. El debut fue una buena demostración, pero aún nos falta mucho en este torneo”.