HOUSTON, Texas – El sábado por la noche se hizo historia en Houston, cuando Haití clasificó a la semifinal de la Copa Oro de la Concacaf por primera vez después de remontar una desventaja de dos goles derrotando 3-2 a Canadá en los cuartos de final.
Esto condujo a una reacción muy emocional para los haitianos después del final del partido.
“Para ser honesto, lloré. Estaba llorando y luego saltaron sobre mí. Se siente increíble, no pudiera estar más feliz”, comentó el mediocampista haitiano Steeven Saba a Concacaf.com después del partido.
“Estábamos 2-0 abajo, pero nos mantuvimos ahí como en la fase de grupos. En la segunda mitad, tuvimos que darlo todo, tomar riesgos, y obtuvimos lo que queríamos. Conseguimos la victoria y no podríamos estar más felices”.
Asimismo, el triunfo generó júbilo y celebración en las calles de Haití.
Para Saba y sus compañeros, darles esta victoria y poner una sonrisa en el rostro de todos los haitianos es una memoria que apreciarán por siempre.
“Para ser honesto, es increíble. Significa todo para nosotros porque sé cómo son las cosas ahí en Haití. Me puse muy emocional después del partido porque sé lo mucho que significa para nosotros, todo el equipo”, dijo Saba.
Ahora, Haití tiene una cita en la semifinal con los siete veces campeones de la Copa Oro, México, en un partido que se disputará el martes en Phoenix.
Si bien Les Grenadiers tienen un enorme respeto por El Tricolor y lo que han conseguido en la región, Haití llegará al partido listo para luchar como siempre.
“Somos luchadores, somos guerreros. Viniendo desde Haití, siempre hemos estado luchando, y seguiremos haciéndolo. Respeto a todos en este grupo, amo a todos en este grupo, somos una familia y no pudiera estar más feliz”.
“Respeto a México, pero diré que no le tememos a nadie. Somos luchadores y de dónde venimos, eso es exactamente lo que hacemos”, concluyó Saba.