Guillermo Ochoa de México en acción durante partido de la Copa Mundial de la FIFA contra Croacia en el estadio Arena Pernambuco el 23 de junio de 2014, en Recife, Brasil. (Foto: FIFA via Getty Images)

RÍO DE JANEIRO-- Cuando el árbitro turco Cuneyt Cakir pitó el final del partido, Guillermo Ochoa se paró frente a su propia meta, sonriendo con sus  compañeros de equipo abrazados alrededor.

Los aficionados que se habían reunido para ver el partido en el Zócalo (la plaza principal de Ciudad de México) ondeaban banderas en medio de gritos de "Ochoa". Comentaristas y periodistas de todo el mundo luchado para identificar los superlativos que puedan expresar adecuadamente lo que acababan de presenciar.

Para Ochoa, fue un momento largamente esperado para que llegara.  A medida que El Tri salió del terreno de juego Estadio Castelao en Fortaleza, había una sensación de confianza renovada de que el logro de algo especial era posible.

México acababa de empatar 0-0 contra Brasil en una Copa Mundial en Brasil!

Para el portero nacido en Guadalajara, la Copa del Mundo de 2014 es la tercera vez que está en la vitrina mundial. Aunque, en los dos mundiales anteriores, estuvo en el banco de suplentes, ya que el puesto de titular era de  Oswaldo Sánchez (2006) y Óscar Pérez ( 2010) , respectivamente.

Después de haber pasado los últimos tres años con el Ajaccio en la primera división francesa, la Copa del Mundo de 2014 se acercaba rápidamente. Al parecer, Ochoa estaba nuevamente destinado a desempeñar un papel secundario. Una serie de buenas actuaciones de Jesús Corona durante la difícil fase de clasificación,  había mantenido a los mexicanos en condiciones precarias de calificar al Mundial de  Brasil. Las buenas actuaciones del portero del Cruz Azul, que ayudaron al  Tri  a ganar una medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de 2012 no podían ser ignorados tampoco.

Sin inmutarse, Ochoa siguió trabajando duro. Sus actuaciones en los partidos de preparación de México para la  Copa Mundial fueron suficientes para llamar  la atención del entrenador Miguel Herrera.

En última instancia, fue electo como titular para el juego inaugural de la Copa Mundial del Tri contra Camerún. Jugando bajo un torrencial aguacero, Ochoa se mantuvo firme y mantuvo la portería en cero, mientras con el gol en el segundo tiempo de Oribe Peralta le dio a México los tres puntos.

En el escenario más grande imaginable, contra el cinco veces campeón del mundo Brasil, Ochoa estuvo brillante. A los 26 minutos, se lanzó para evitar un remate de cabeza de Neymar y marcó la pauta. Luego pasó a hacer una serie de atajadas para preservar el empate.  En el minuto 85, le negó el gol al equipo de casa tras un cabezazo a quemarropa de de Tiago Silva , jugada con la que escribió su nombre en las estrellas y se aseguró un punto vital para los mexicanos.

Con la victoria del lunes ante Croacia en los registros y un boleto seguro en la siguiente ronda, Ochoa ha dado a los aficionados mexicanos de todo el mundo una razón para creer.